Cuando el cáncer entra en la vida de una familia toda la atención recae sobre la enfermedad. Convertirse en cuidador suele ser la opción más frecuente, pero hay que tener en cuenta que requiere de mucha fortaleza mental, física y emocional.
Cuidar de una persona enferma puede hacer que en ocasiones nos olvidemos de nosotros mismos. Por eso es imprescindible mantener unos hábitos saludables y ser realistas con la carga que vamos a asumir.
Aquí os dejamos algunos consejos que debes tener en cuenta si decides convertirte en cuidador:
- Vigila tu alimentación: Es importante que comas bien y de forma equilibrada para recuperar fuerzas y energía. Hazlo sentado y sin prisas, dedicando el tiempo que sea necesario. No olvides combinar todo tipo de alimentos y, en la medida de lo posible, evita las bebidas que puedan generarte nerviosismo, como el café, el té o las bebidas energéticas.
- Duerme lo suficiente: Estar descansado es fundamental. En ocasiones, atender a una persona durante la noche puede quitarte muchas horas de sueño. Aun así, intenta dormir al menos 7 u 8 horas al día. Puedes tomar pequeños descansos o siestas de 5 a 10 minutos que te ayudarán recuperarte.
- Haz ejercicio: El ejercicio ayuda a desconectar y eliminar tensiones. Aquí no hay normas escritas, depende de tus preferencias. Puedes caminar, hacer ejercicio en casa o realizar actividades de jardinería. Lo importante es mantenerse activo y dedicar tiempo a uno mismo.
- Déjate ayudar: No debes avergonzarte por sentirte sobrecargado en ocasiones. Si lo necesitas, pide ayuda. Puede ser otro familiar, asociaciones de ayuda, grupos de voluntariado o una persona asalariada que te ayude de vez en cuando.
En AEACaP estaremos encantados de escucharte y ayudarte en todo lo posible. Si lo necesitas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.