Introducción
El cáncer de pulmón es una patología cuyos síntomas muchas veces son inespecíficos, lo que puede generar retraso en el diagnóstico ya que se pueden confundir con síntomas de procesos banales. En este sentido, cuando finalmente se detecta un tumor, este suele encontrarse en un estadio avanzado. Por ello, actualmente, se plantean estrategias que permitan detectar el cáncer de pulmón en etapas tempranas con el objetivo de incrementar las posibilidades de supervivencia.
Pasos previos
Pasos previos
Ante la aparición de síntomas el primer paso es consultar con el médico, quien evaluará los síntomas y recogerá antecedentes, incluido el consumo de tabaco, la posible exposición a factores de riesgo (enlace a la sección) –en los ámbitos personal, social y laboral–, enfermedades previas, tratamientos y sus antecedentes oncológicos familiares.
Síntomas
Síntomas
Como ya se ha comentado, muchos de los síntomas aparecen también en procesos benignos, por lo que la presencia de cualquiera de ellos no implica que la persona puede padecer un cáncer de pulmón. Sí se recomienda consultar con su médico, especialmente en las personas que han sido fumadoras o que siguen fumando.
Los principales síntomas ante los que cabe estar alerta son:
- cansancio sin una causa justificada que se prolonga en el tiempo;
- pérdida significativa del apetito;
- tos con o sin flema;
- tos con sangre en el esputo (hemoptisis);
- dificultad para respirar (disnea);
- y dolor al respirar profundo.
A veces los síntomas tienen relación con la extensión del proceso y en ese caso estar relacionados con el sitio donde está la metástasis (huesos, hígado, otro pulmón o cerebro, por ejemplo).
Prevención Primaria
Prevención Primaria
En España más del 90% de los casos de cáncer de pulmón se desarrollan en personas fumadoras o exfumadoras por lo que es fundamental luchar con el tabaco. Actualmente el tratamiento para dejar de fumar está subvencionado en España por lo que no hay excusa para dejar de fumar y hay que ser proactivos para favorecer que en nuestro entorno no se fume.
Detección precoz
Detección precoz
En la actualidad existen estudios que han demostrado que el escáner o TAC de baja dosis de radiación en población de riesgo (pacientes con elevado consumo de tabaco o exfumadores) puede detectar de forma precoz el cáncer de pulmón, lo que conlleva una disminución del riesgo de muerte por esta enfermedad. Sin embargo, en España, este procedimiento no está financiado por el Sistema Nacional de Salud.
Métodos de diagnóstico
Análisis de sangre y orina
Análisis de sangre y orina
No sirven para detectar un cáncer de pulmón pero orientan al médico sobre el estado del paciente, el estado de sus defensas y cómo funcionan sus órganos (hígado, riñón, etc.), lo que es relevante para decidir el tratamiento más seguro para el paciente.
Pruebas de imagen
Pruebas de imagen
- Radiografía de tórax. Es un examen no invasivo en el que se emplea una pequeña dosis de radiación mediante rayos X para generar imágenes de los órganos del área que se analiza, en este caso, el tórax. Con ella pueden detectarse indicios, como nódulos en los pulmones o derrames pleurales, que sugieran que puede padecerse la enfermedad.
- Tomografía Axial Computerizada (TAC). Consiste en realizar un escaneado –mediante radiación con rayos X– de estructuras anatómicas de la persona paciente desde distintos ángulos. En el caso del cáncer de pulmón se realizan:
- TC torácico. Ayuda a detectar alteraciones no visibles en la radiografía, afectación de los ganglios, de la pared torácica o presencia de derrames pleurales.
- TC abdominal. Se observa si la enfermedad se ha extendido a órganos como hígado o glándulas suprarrenales.
- TC craneal. Mediante ella se evidencia cualquier posible metástasis cerebral.
- Gammagrafía ósea. No debe confundirse con densitometría ósea. Aunque su uso se ha reducido desde la que empezó a usarse la técnica PET, la gammagrafía es una técnica de imagen no invasiva que permite detectar si hay metástasis en los huesos. Esto se consigue mediante una inyección intravenosa de una sustancia radioactiva que se adhiere a los huesos en aquellas zonas afectadas por tumores.
- Tomografía por emisión de positrones (PET). Cabe la posibilidad de que algunas lesiones en tejidos y órganos no sean detectadas por los medios anteriores. Para comprobarlo se realiza esta tomografía consistente en la inyección intravenosa de un radiofármaco con glucosa. Las células tumorales muestran un elevado metabolismo glucídico, lo cual se refleja en la imagen funcional.
Pruebas invasivas para confirmar el diagnóstico
Pruebas invasivas para confirmar el diagnóstico
- Broncoscopia. Se introduce un tubo con una cámara por las vías respiratorias de la persona paciente que permite examinar la tráquea y los bronquios desde dentro. Permite tomar muestras de tejido de lesiones sospechosas para analizarlas posteriormente.
En caso de no encontrar lesiones visibles, se introducen líquidos en las vías respiratorias que, tras ser aspirados nuevamente, pueden facilitar células presentes en los tejidos para su análisis.
Punción torácica. Cuando el tumor se encuentra en zonas no accesibles con la broncoscopia se procede a realizar este método invasivo, consistente en una punción con aguja fina –con la ayuda de un TAC– para extraer muestras de la lesión detectada y, posteriormente, analizarla al microscopio.
Los objetivos de las pruebas de imagen son valorar si hay alguna imagen sospechosa de cáncer (radiografía de tórax y TAC) y su extensión (TAC, Gammagrafía ósea y PET) pero son necesarios los resultados de una biopsia o citología para confirmar el diagnóstico. Con todos estos datos, el equipo médico hará una propuesta de tratamiento una vez confirmado el diagnóstico.